1 de enero de 2023 (Gilico, incongruente anuncio)
"El tiempo no se detiene, al menos para la vida. La vida, esa ingrata e impertinente hacedora de contratiempos que no deja fluir al capital con la secuencia libre que sus detractores reclaman.
Tratan de poner en marcha un proyecto extractivo de magnetita, lo proclaman como una inyección económica sin precedentes para Cehegín. Estamos en la primavera de 2022, los agentes humanos involucrados se dejan ver en los medios: el actual Alcalde, Jerónimo Moya, que mantiene entre sus manos una patata caliente de cuyo recorrido nada bueno le espera en su futuro político, si es que el muchacho alberga aspiraciones inmediatas; el presidente de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura), Mario Urrea, representante político, con incomprensibles atribuciones técnicas, cuya presencia solo puede obedecer a una desvergonzada puesta en escena; y un títere necesario, al que una multinacional, canadiense en principio, ahora ni se sabe, un tal Ojeda, ha colocado en el tablero para dar una imagen de veracidad ante la opinión pública local: tercera pata de una mesa inconsistente que solo el capital es capaz de sostener en el tiempo"...
El vídeo es del pasado mes de agosto. La situación es sangrante. Los responsables no dejan de ser sino una delincuente banda que, con reivindicaciones antinatura, véase su perpetuo Agua para todos, pretenden seguir anclados al poder que la manipulada ciudadanía murciana les viene otorgando por décadas.
...Si maldecimos a las guerras y a los canallas que las fomentan, del mismo modo, hemos de maldecir a los gestores públicos que generan esta aberrante posibilidad de afección y muerte para el ser humano y para el Medio que nos da la vida.
"Cehegín ha entrado en un círculo vicioso, como resultado del otorgamiento de confianza y concesión de poder a un conjunto de formaciones que se sitúan en el mismo espectro ideológico".
...imágenes en las que se puede contemplar el desaguisado que el Argos está sufriendo a su paso por Cehegín...
...al Ayuntamiento de Cehegín, le gusta jugar a ser Dios, e intenta trasladar el mal gusto urbano a los márgenes del río Argos, asfixiando todo vestigio de vida en la ribera del mismo...
"O baja ese tono de soberbia tan subido o la historia toca fin antes de echar a andar. Sumar es una opción, y lo es en tanto en cuanto agrupe, sin menosprecios, a todas cuantas estén dispuestas a la confluencia ofrecida; pero, no es un mandato divino: la mala educación, esa nefasta e inoculada en vena educación retrógrada con la que hemos llegado a este punto, vuelve a poner de manifiesto esa manera, tan de este pueblo, de idolatrar porque lo dice la tele..."
