miércoles, 16 de marzo de 2022

Ojalá se imponga la diplomacia (No mires arriba)

Audio Onda Cero, 16 de marzo de 2022

Buenas tardes, Julio

                          Estamos al borde de la tercera guerra mundial, tal como suena, pero tú, mi querido oyente, mi querida oyente, eso ya lo sabes, no precisas mirar hacia arriba.

                        Que así sea considerada, que hablemos de 3ª guerra mundial, dependerá de la pericia, con la que lance sus bombas el  ejército genocida, el ejército ruso. Obviamente, siendo aleatorio, no lo es tanto, no lo es nada, la precisión de los lanzamientos es un hecho irrefutable en virtud de la tecnología armamentística de nuestros días.

                          Como seres humanos, el margen para oponerse a la continuidad de la masacre anunciada, no parece tener recorrido alguno. La defensa a ultranza, mediante una resistencia ciudadana, al avance del ejército genocida, entregando armas a la población civil, tiene muchos más adeptos. No olvidemos que la Europa occidental, aquella que la UE tiene en su seno, por medio de sus representantes políticos, de sus gobiernos, apoya incondicionalmente esa circunstancia; de ahí que las dudas a ese respecto sean nulas.

                          En ese orden de cosas, el tratar de organizar la información que nos llega dándole un sentido, encontrándole alguna esperanza de carácter inmediato, se nos escapa.

                          Han sido muchos los años en los que el presidente genocida del país agresor, hizo y deshizo a su antojo, sin que el resto de países le pidiesen cuentas respecto de los crímenes domésticos que venía cometiendo, asesinando a periodistas críticos y opositores a su autocracia. Autocracia que, a día de hoy, pocas dudas debería suscitar.

                          Atadas de  pies y manos, sin poder gestionar la rabia y la impotencia que las imágenes que nos llegan nos transmiten: así estamos, impávidos, incapaces de dar forma a nada que no sea expresar nuestro miedo.

                         ¿Sabemos a qué atenernos, tenemos alguna certeza sobre lo que está ocurriendo? Más que nunca, la sensación de estar siendo manipulados a tiempo completo, por parte de los medios, en virtud de su proximidad al color de los diferentes gobiernos, es máxima.

                         En los primeros días, se generó una dualidad, en la opinión pública española, en el sentido de justificar el envío de armas para parar el avance al genocida malnacido, frente a la posibilidad de aceptar de ante mano que ese desigual enfrentamiento solo generaría mucho más dolor y muerte. Como anécdota, triste y muy importante anécdota, al parecer, a esos avisperos televisivos de destrucción masiva de neuronas, en los primeros momentos de los ataques genocidas, fue invitado algún que otro militar del ejército español, quienes se manifestaron en el sentido de acentuar esa última idea, la de la desproporción y por tanto la de cargar al máximo sobre las posibilidades de la diplomacia: pues bien, nunca mejor dicho, ni dos telediarios duraron estos estrategas militares, no daban juego a la carnaza televisiva.

                        Por tanto, ya sabes, querida oyente, querido oyente, el cine siempre está al quite y nos recuerda que No mires arriba. Prietas las filas, impasible el ademán, todas a una, ¡qué viva nuestro espíritu bélico!, ahí afuera ya sabrán cómo gestionarlo.

Santos López Giménez