sábado, 31 de julio de 2021

Sierras del Segura y Castril

 Hace 17 meses que el planeta hubo de adaptarse a unas circunstancias con las que muy pocos contaban. Una pandemia se nos vino encima, nos encerró, nos acobardó, generó dolor y sufrimiento, la muerte se convirtió en una de sus señas de identidad. Ahí sigue, impávida, dejándose llevar, impertérrita e impertinente. 

La Humanidad, fiel a su necedad; mejor dicho, atosigada por necios energúmenos que pretenden emular cargos públicos que no les corresponden, avanza hacia nuevas maneras de ser, de hacer. 

El contexto, de sobra conocido, nos ha retenido durante demasiado tiempo allí donde nuestras vidas se desarrollan en lo doméstico y en lo laboral. Buscar escenarios diferentes se ha convertido en uno de los anhelos a los que nos abocó esta circunstancia planetaria.

La llegada del verano, la relajación de determinadas normas, aún sin la necesaria y contundente certeza de que vayamos por el mejor camino, en lo familiar, nos han llevado a una casa rural en Miller, en la Sierra del Segura, y a un camping, en la Sierra de Castril: ambas han dado cobijo a nuestra estancia serrana del mes de julio.

Doy paso a unas cuantas fotografías para que sean ellas la que hagan bueno "una imagen vale más que mil palabras".
















 NOTA: dejo un enlace que os lleva a un escrito, de agosto de 2007, con la reflexión que uno hiciese tras visitar Castril ese verano: Castril, oasis del buen gusto

2 comentarios:

Drift Financial Services dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Drift Financial Services dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.