Audio emitido el pasado miércoles, 27 de octubre, en Onda Cero Noroeste
Un vídeo ha desmontado la denuncia
de un policía de los Mossos d'Esquadra, quien había
acusado a un manifestante por una supuesta agresión contra su persona. La
denuncia interpuesta por el agente autonómico hizo que el ciudadano fuese procesado por
el presunto ataque, pero un vídeo recientemente desvelado ha dejado en
evidencia la realidad: fue
el policía quien agredió injustificadamente al manifestante.
Las imágenes suponen una prueba irrefutable, por lo que el hombre ha sido absuelto.
Leo la
noticia que acabo de relatar, publicada en prensa hace unos días, y me pregunto
en cuántas ocasiones, similares circunstancias, no se estarán produciendo.
Si echamos
mano de la hemeroteca, casos más notables, desde el punto de vista de la
repercusión mediática, se han sucedido en el tiempo. Recordad a los chicos de
Alsasua, cuyo calvario, después de ser acusados de terrorismo, lo cual
conllevaba penas de 50 años de cárcel, hasta quedar en penas menores, de las
que comenzaron a gozar de permisos penitenciarios, el recorrido ha sido todo un
poema de sufrimiento e inestabilidad anímica para ellos y sus familias. El
caso, fue elevado, el pasado 20 de julio, al Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. En aquel altercado, ocurrido durante las fiestas del pueblo, en 2016,
en un bar de la localidad, se comenzó acusando a un grupo de jóvenes de
terrorismo por dar una paliza y amenazar de muerte a guardias civiles de
paisano. En aquella ocasión, las imágenes que fueron presentadas por la
defensa, desmontaban buena parte de las acusaciones, sobre todo, el hecho de
que la camisa de uno de los supuestos agredidos estaba impoluta y no manchada
de sangre como reflejaba el relato de lo sucedido presentado en la denuncia.
También
con un importante recorrido mediático, el caso de Isabel Serra, que en 2014
participase, junto a otro grupo de personas, en un intento de frenar un
desahucio que se llevaba a cabo en el barrio de Lavapiés de Madrid. Al parecer,
intentos de agresión, a los policías presentes, e insultos varios contra ellos,
fueron proferidos por los manifestantes, sin embargo, en las imágenes que se
presentaron en el juicio, en ninguna de ellas, Isa Serra llevaba a cabo acción
punible alguna. Los tribunales, buscando una infame vuelta al suceso, acabó
condenándola a 19 meses de prisión.
Sin duda,
el caso más reciente, el que está generando mucho ruido en las dos últimas
semanas, es el de Alberto Rodríguez. Le conocéis bien, su imagen física es
inconfundible, más aún siendo diputado, como lo era hasta hace 5 días. Pues
bien, el pasado 21 de septiembre, leí la noticia que ahora transcribo: “El agente que acusa a Alberto Rodríguez
reconoce que no recuerda bien qué sucedió porque había "mucho
alboroto"”. También Alberto acudió a manifestarse, en este caso, en
defensa de la Educación Pública, en 2014. La secuencia del devenir ya la
conocéis, tras haber logrado que la pena inicial solicitada quedase bajo
mínimos, ya que las pruebas eran absolutamente inconsistentes, los 45 días de
cárcel que se le impusieron han acabado con la retirada de su condición de
parlamentario. Con Alberto, las dudas se disiparon en tanto que, sin testigo
alguno, sin vídeo alguno que mostrase imágenes de lo sucedido, la palabra del
policía de turno, le valió al tribunal para procesarlo.
En el
país en el que las cloacas vienen haciendo y deshaciendo a su antojo, al antojo
del poder establecido, no hay más que escuchar al delincuente Villarejo, dar
crédito a estas sentencias como tales, sin que uno vislumbre intenciones
últimas por motivaciones políticas, es harto complicado. Y lo que es peor, la
sombra del montaje policial, que planea desde que he comenzado a hablar, la
dejo en suspenso, suspendida en el éter.
Santos López Giménez