Recordáis el documento "La doctrina del shock". Se trata de un documental de 2009, basado en un libro de Naomi Klein. En dicho documental, se hace un repaso a diferentes momentos históricos: unos provocados, la mayoría, otros consecuencia de catástrofes naturales; todos ellos, aprovechados por los poderes reales (económicos, militares, religiosos, políticos en connivencia con los primeros) para poner en marcha diferentes estrategias que, inmovilizada la ciudadanía, ante el evento sobrevenido, les pusiera en disposición de aplicar políticas totalitarias, fascistas, desde las cuales desarrollar todo su potencial de control político y económico.
Pues bien, hoy, 22 de febrero de 2020, en Italia, se ha decidido llevar a cabo un inusitado plan de control del coronavirus que, entre otras medidas, conlleva movilizar al ejército, según la noticia que en un informativo de la sexta se ha dado a conocer a eso de las 3 de la tarde. Y todo porque, según parece, dos personas han muerto, como consecuencia de la afección.
De esta guisa, si la dinámica sigue su curso, en pocas semanas, podríamos encontrarnos ante una alarma mundial, cuyas consecuencias, podéis imaginar, tanto desde la perspectiva de "La doctrina del shock", como desde la que se ha iniciado en Italia, cuyas directrices bien parecen confluir, ante un control exagerado e inoperante de los poderes militar y económicos mundiales, desactivando cualesquiera formas de poder político democrático.
Es asombrosa la capacidad de movilización planetaria ante un hecho, de cuyos datos, jamás se habría de desprender la alarma generada, y que mueran por decenas, muchas veces por centenares, en travesías África- Europa, o en masacres como las de Siria, en su día la de Irak, o la permanente hambruna en determinadas zonas del planeta, y que ninguna de ellas sea capaz de generar ni la millonésima parte de preocupación que estos orquestados hechos generan en la manipulada población mundial.
Santos López Giménez
Audio de Onda Cero Noroeste
