martes, 29 de octubre de 2019

Llegados a este punto


Hay ocasiones en las que la recopilación de reflexiones hechas en voz alta, en este caso, por escrito, a través de eso que llaman redes sociales, en sí mismas, pudieran, de lejos, suplir la concreción de una o varias ideas a las que uno está abonado mensualmente, como obligación lúdica e individual, a mi propio blog. Alguna vez ya lo llevé a cabo, reconozco que por la pereza que conlleva la realización de un escrito medianamente argumentado y de una mayor extensión que la mera reflexión instantánea. Por tanto, manos a la obra, dejaré plasmadas algunas de las pinceladas que los últimos quince días, y sus convulsos acontecimientos, me han ido sugiriendo:

14 de octubre



Sentir pena por los condenados, no es ni la percepción ni mi estado real, a esta hora de la mañana: hora en la que se conoce una condena para un delito que jamás existió. No podemos, ni debemos admitir que sea el odio quien presida estos momentos inmediatos, frente a un movimiento ciudadano que, en última instancia, más pronto que tarde, acabará allí donde debió acudir hace mucho tiempo: ante las urnas en las que la ciudadanía decida su futuro como país. Siento pena por ti, persona a la que explotan, denigran, humillan a diario, esos voceros que escucho a tiempo real en la radio, a los que te unes sin que tu inteligencia sea capaz de engarzar los elementos que te convierten en un despojo humano gracias a ellos.


Comparto esta noticia, de marzo de este año, más vigente que nunca, por diversas razones, y porque la he visto en el muro de un amigo, y me ha recordado la envenenada baba que se gastan por estos lares pobres criaturas que, como el conejo del anuncio, duran y duran sin saber qué coño es aquello por lo que tanto odian.
Cagarse en tos sus muertos, uno a uno, tal como el médico le decía al camarero en "Amanece que no es poco", es la tentación primera, pero, estas noticias, si así obramos, lo que hacen es dar alas, a las y a los malafollás, deseosos de sacar a relucir su más sádica y ridícula sonrisa mientras tú les recuerdas que, a unos chicos de Altsasu, se les hizo un asqueroso montaje policial para encerrarlos durante años.


a) Hace unos días, un innombrable expresidente del Gobierno de España, cargaba contra todo aquello que oliese a Cambio Climático, y, al más puro estilo de la innombrable formación fascista de nuevo cuño, venía a decir que eso eran cosas de rojos. Pues bien, yo introduje el mensaje que ahora entrecomillaré, refiriéndome a la patochada de la criatura. Todo ello, unos pocos días antes de la mortandad masiva del Mar Menor. Criaturas todas, reunidas y manipuladas vilmente, por los más de cinco lustros de mafia pepera en la Región, no por haberlo escrito yo, sino por la significación del contenido, aplicaos el cuento: "Seamos serios, a estas alturas, cuando la marcha atrás es un hecho inviable, cuando el planeta está, desde la perspectiva natural, derivando hacia donde siempre lo hizo, es decir, en busca de los recursos que energéticamente le permitiesen mantener un equilibrio, del que el ser humano se benefició hasta llegar a ser el gran destructor de su propia casa, no dejando margen para reequilibrar fracturas irreparables, en ese contexto, el nefasto, nauseabundo e impresentable personaje de la foto, para nuestro pesar, tiene razón".

b)  El 5 de junio de 2018, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, escribía uno lo que comparto en el enlace. En un momento dado del escrito, inserté la siguiente reflexión: "Al margen de la consideración bajo la cual se plasma lo que trato de reflejar en este escrito: ¿qué sentido tiene un pacto regional del agua? Si ha de existir algún pacto al respecto, habrá de serlo a nivel nacional, y siempre bajo un análisis medioambiental preponderante. Es un insulto a la inteligencia pactar con quienes desprecian a la comunidad científica regional: no hay más que echar un vistazo al solar en el que el grupo humano de trabajo multidisciplinar, con el que se pretendió llevar a cabo un seguimiento y actuaciones, adecuadas a patrones científicos y medioambientales, para la recuperación del Mar Menor, uno a uno, sus miembros, por decencia humana, profesional y científica, ante el cúmulo de injerencias y manipulaciones mediáticas que el gobierno regional de Murcia lleva a cabo, van dimitiendo; sin ir más lejos, hace dos días, lo hacía Miguel Ángel Esteve, el muy prestigioso profesor de Ecología de la Universidad de Murcia".

16 de octubre:


He visto esta noticia en red, y la he comentado, dejo mi comentario aquí también: "Odiosas todas las comparaciones. En este caso, inoportuna hasta dejárselo sobrado. Es lo que quieren, blanquearse a sí mismos ante la Historia. No, aquello fueron crímenes, lo de ahora son actuaciones para ejercer derechos elementales".

2. Las calles desbordadas por pensionistas en Madrid, esos que luchan por ti, por mí, ni venden ni da votos; dan votos y venden bazofia por doquier, los altercados programados de Cataluña.

3. Ellos piensan por ti, piensan en su voto. Todos sabíamos que ésto ocurriría, a determinados grupos políticos les interesa que ocurra, por la intensidad y el contenido de sus mensajes es fácil identificarlos; el momento es ideal para ellos, la situación no pilla a nadie por sorpresa. Sin embargo, al mismo tiempo, se desarrolla un movimiento social de pensionistas que, defendiéndote a ti, defendiendo a todas y todos cuantos vivimos en este país, se aparca, no les interesa.

24 de octubre:

Cuando la última familia de la última víctima en exhumar de lugares lúgubres, muchas veces sin localizar, vea repuesta su dignidad, ese día, será el día en el que mis alharacas serán estentóreas. Entre tanto, hoy se ha hecho lo que en buena lógica había que hacer.

29 de octubre:


Joder, mira que quería pensar que sólo era producto de la infamia de sus mayores, Isidoro y compañía, pero no, es un personaje inmundo al que pueden y deben ir dándole morcillita malagueña.


A unas y otros, entendamos el cotarro: hay quienes se avergüenzan de las irregularidades que cometió durante su vida; las hay, los hay, que el que salgan a la luz no es sino una más de las estrategias blanqueadoras (de otro modo, a cuento de qué esa risita de hiena). La carnaza, en la naturaleza, cumple su función, en la sociedad, alimenta mafias.


Empatizar y llorar, van de la mano. Escuchar a la chica de la izquierda y no emocionarse lo veo tan difícil como vivir sin respirar. Inevitablemente, y aunque el asunto de Chile, en estos momentos, es de una inmensa gravedad, me ha recordado a una situación que vivimos en Cehegín, allá por 2004, cuando tras la fiesta de navidad nuestros hijos iban a leer un manifiesto, ante la televisión local, con el que denunciar el estado en el que la estructura de su colegio se encontraba, con riesgo de derrumbe. Pues bien, aquel día, el revuelo de unos y otras, cuando los niños y niñas formaron para manifestarse, fue muy triste, se leyó bajo un griterío infernal. El civismo llevado a su máxima expresión es cosa de pueblos civilizados.

Santos López Giménez