miércoles, 10 de febrero de 2021

Activamente antirracistas

 Audio Onda Cero Noroeste, 10 de febrero

El seis de febrero de 2000, constituye una de esas fechas de infausto recuerdo, muy triste y vergonzante para cualquier sociedad que aprecie la multiculturalidad e integración como un valor intrínseco que la humanice. Las imágenes que la televisión nos ofreció mostraban persecuciones de la población local de El Ejido, en Almería, como si de una jauría se tratase, sobre grupos de inmigrantes que corrían desaforados, se había declarado la caza de éstos y se pretendía llevar a cabo linchamientos allí donde se les pudiese dar alcance. El rostro desencajado de un joven que huía atemorizado me produjo un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Difícilmente olvidaré esa imagen mientras viva, me veía a mí mismo corriendo con el aliento amenazante de la muerte resoplando sobre mis espaldas.

21 años después, el testimonio que nos dejasen, el pasado domingo, Iñaki Willians y Sitapha Savané, en el programa de la sexta Salvados que presenta Gonzo, nos ofrecía varias pistas de en qué momento se encuentra la sociedad española respecto de esa anomalía humana y social, como es el racismo.

Somos un país al que a sus habitantes nos cuesta entender qué es eso del racismo. En una misma frase, somos capaces de agrupar dos conceptos contradictorios y seguir pensando que no somos racistas. El prototipo de frase suele incluir un “yo no soy racista pero, a los inmigrantes, no debería dejárseles entrar en España a quitarnos el trabajo”; sobre esa misma estructura se pueden incluir todas aquellas variaciones que acostumbramos a escuchar, mediante las cuales se suelen poner de manifiesto todas y cada una de las sinrazones que sostienen un entramado de intransigencia e inhumanidad con  las que, de un modo, preocupantemente creciente, el rechazo al inmigrante sigue estando tan o más presente que jamás pudo estarlo.

Lo que convierte al racismo en un asunto de difícil resolución inmediata, son una base social impregnada de prejuicios, que vienen de lejos, frente a las diferencias raciales, y que, en los últimos tiempos, se la retroalimenta por la presencia de un grupo político que utiliza discursos de odio, siendo la mentira, en el manejo manipulador de los datos y las afirmaciones empleadas en sus arengas, su herramienta más dañina, alentando a esa masa social.

En un momento dado de la entrevista de Gonzo, les mostró a sus invitados unas imágenes en las que el presidente del grupo político mencionado, no citado, llevaba a cabo en Canarias una de sus zafias intervenciones, llegando a decir que la llegada de inmigrantes a España era cosa de élites políticas españolas y que ni siquiera quienes llegaban precisaban de ayuda alguna, que se trataba de jóvenes en edad militar con una forma física muy superior a la de muchos de nosotros, y nada de llamarles refugiados. Ante dicha sarta de infamias insidiosas, Iñaki Willians, que lleva en el alma el sufrimiento y dolor que hubieron de pasar sus padres para llegar a España,  comentó que si dijese lo que pensaba realmente se metería en un problema.

Si él ha de contener su indignación, imaginaos pues, que no será, en el día a día, la vida de tantas personas inmigrantes frente a la permanente jauría social que, como una ignominiosa lluvia fina, sufren la desidia de la indiferencia del resto, de ese resto que se supone no es racista, pero, como comentase Sitapha Savané, no sólo se trata de no ser racista, sino de ser activamente antirracista.


Santos López Giménez