viernes, 4 de diciembre de 2020

Buenos españoles, 23 años después

 

                   Escribía uno, y me publicaba el diario La Verdad, el 3 de diciembre de 1997, un artículo al que titulé Buenos españoles, cuyo último párrafo es el que sigue: “Demandaría, humildemente, que echemos mano del sentido común, y no caigamos en la cínica trampa que nos están tendiendo, de comparar, con toda la desfachatez del mundo, el régimen franquista con los años de gobierno del PSOE”.

                   Si el breve contenido de ese final lo extrapolamos a nuestros días, recordemos que han pasado 23 años, su contenido no desentona respecto del argumentario y las vociferantes andanadas que determinado grupo, al que me cuesta denominar político, viene ejerciendo durante los últimos meses. Por citar una de las últimas lindezas de su líder, el pasado mes de septiembre, en sede parlamentaria, y no la más agresiva, tuvo a bien el personaje de calificar al gobierno actual de ser el peor gobierno de los últimos 80 años. Dicho así, y considerando los parámetros que durante los últimos 40 años han estado en boca de millones de ciudadanos y ciudadanas, utilizando frases del tipo “no todo lo hizo mal el régimen franquista”, parecería lógico, normal, poder hacer semejante comparación y que a una mayoría no le rechine el muy desagradable contenido de dichas palabras.

                  Hablamos de un Régimen genocida, miles de exiliados, miles de desaparecidos, libertades anuladas, y aún hemos de soportar que, desde la tribuna parlamentaria, desde la que ha de manifestarse la soberanía del pueblo español, se trate de humillar nuestra dignidad.

                  La llamada ley de partidos, que saliese adelante durante el segundo gobierno de Aznar, la cual se confeccionó con la única intención de ilegalizar a Batasuna, por sí misma, contiene suficientes elementos para la ilegalización del grupo, al que sigo negándome a llamar político, del cual parten afirmaciones como la citada.

                 Hago mías las palabras, del último párrafo del artículo que escribiese, el pasado 10 de septiembre, el periodista Antonio Maestre, refiriéndose a la Ley de Memoria Democrática, cuyo anteproyecto de ley fuese aprobado cinco días después. En dichas palabras, Maestre, analiza las diferencias y similitudes entre la ilegalización de Batasuna, frente a la que se pretende de la Fundación Francisco Franco con dicha ley, y a su vez, de dicha Fundación con respecto a VOX; dice así:

"VOX es un partido franquista. No solo por sus ideas, sino también por sus vínculos. Existen menos pruebas de la vinculación de los partidos abertzales ilegalizados con ETA, que los de VOX con el Franquismo y la Fundación que quiere ser ilegalizada. Si la democracia española es militante, como ya lo ha sido en determinados aspectos, tiene que serlo con VOX e iniciar el proceso de ilegalización si se aprueba la nueva Ley de Memoria Democrática. Si el partido de Abascal no indica de manera inequívoca y unívoca en sus estatutos el rechazo a la dictadura de Francisco Franco, y la condena de sus crímenes, no es digno de participar en nuestra democracia. Sin juegos dialécticos, sin hablar de condena de los totalitarismos. Porque si no les valió a los partidos abertzales, no tiene que valerle a VOX".

Santos López Giménez


Audio del escrito en su emisión en Onda Cero Noroeste


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