miércoles, 26 de mayo de 2021

Ironía de una infamia (República Árabe Saharaui Democrática)

 Audio Onda Cero, Ironía de una infamia, 26 mayo 2021

Buenas tardes.

 Ella, él, a buen seguro, conoce perfectamente los datos y la secuencia histórica de los mismos, pero, como es consciente de que tú eso no lo controlas, ya que se ha encargado durante décadas de que tu cultura y educación cayesen bajo mínimos, para así poder tenerte a su merced, ella, él, suelta sus exabruptos, y tú los recibes como divinas palabras ante las que no osarás poner un pero a las mismas, bien al contrario, serán tu tabla de salvación mediante la cual aporrees a la inteligencia, convencida, convencido, de que aquello que escuchaste, y que te llegó por varias fuentes, tantas como medios goza para su difusión la mentira, es la verdad absoluta.

“Hemos querido estar aquí, hoy, 14 de noviembre de 1976, para demostrar con nuestra presencia, nuestra repulsa y nuestra reprobación por el acuerdo de Madrid de 1975. El pueblo saharaui va a vencer en su lucha, va a vencer, no sólo porque tiene la razón sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad”.

Así comenzaba Felipe González su discurso, ante el pueblo saharaui, en el campamento de refugiados saharauis en Tinduf. Y lo terminaba diciendo:

“Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”

Previamente, en 1960, la ONU dictaminó que la provincia española del Sáhara estaba sometida a dominación colonial, y estableció su derecho a constituirse como país independiente bajo la denominación de Sáhara Occidental. En respuesta a esta preocupación internacional, España, como potencia administradora de la colonia del Sáhara Occidental, estableció la fecha límite de descolonización el 29 de febrero de 1976.

Bien es sabido que nada de eso, ni la incumplida promesa de González, ni la resolución de naciones unidas, tuvieron efecto en el devenir del Sahara Occidental, y por ende, en el pueblo saharaui.

Sin embargo, en 2016, el monarca español, Felipe VI, en un discurso en naciones unidasmostró su apoyo a la libre determinación del pueblo saharaui, apoyándose en la resolución 658 de 27 de junio de 1990, del Consejo de Seguridad de la ONU que, refiriéndose a la situación del Sahara Occidental, dictaminó cinco puntos, y en cuyo último punto decía: “Pedir al Secretario General que transmita lo antes posible al Consejo de Seguridad un informe detallado adicional sobre su plan de aplicación, que contenga en particular, una estimación del costo de la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sahara Occidental, en la inteligencia de que este informe adicional servirá de base al Consejo de Seguridad para autorizar el establecimiento de la Misión”.

Dicho todo lo cual, vosotras, personas que me escucháis, no tengáis en cuenta estas consideraciones, ya sé, nunca lo hacéis, sólo consideráis los ecos perturbadores que os llegan a borbotones estimulando vuestras peores intenciones contra eso que llaman el buenismo, y como bien sabéis, el buenismo, es cosa de blandengues que reparan en el sufrimiento humano, que toman en cuenta resoluciones de la ONU para amparar sus babosas intenciones; vosotras, personas, si os dicen que todo lo anterior lo ha recordado un tal Iglesias no hace mucho, aferraos a eso, eso es lo que cuenta, quién se ha creído ese energúmeno que es para venir a cambiar esa realidad vuestra asumiendo los discursos del odio, nada, que la realidad no os fastidie ese intrínseco odio que os han inoculado. Al parecer, el tal Iglesias, ya se ha ido, pero, a vosotras que os importa, él, y sólo él, es el responsable de todo.

Santos López Giménez

                                            


miércoles, 19 de mayo de 2021

Los hijos de las piedras (Masacre terrorista de Israel al pueblo palestino)

 Audio Onda Cero, "Los hijos de las piedras", 19-05-2021

Hablar de guerra, es hablar de agresividad entre ejércitos de dos o más países, de un conflicto violento, que deja destrucción y muerte, en el que, supuestamente, las razones que les amparan, a los contendientes, para recurrir a la violencia, están recogidos en un documento ficticio, que no sabe uno en qué momento de la Historia se diseñó, pero que sirve para un roto y un descosido, de manera que, los abajo firmantes, nunca pierden, siempre ganan.

Claro, con semejante cajón de sastre, todo vale para los medios propagandísticos al servicio del capital, al servicio de la internacional del crimen organizado, aquella que somete a los pueblos en virtud de sus  bastardos intereses, intereses, exclusivamente económicos. Medios que, mediante sus campañas manipuladoras, generan escenarios ideales para con sus amos, escenarios a los que, una gran mayoría ciudadana, suele abonarse, amortiguando y sellando las fisuras que las posibles disidencias intelectuales pudiesen ocasionar en la opinión pública mundial.

En semejante contexto, si un poderoso país de nuestro planeta decide que ha de masacrar a un pueblo que le incomoda, lo tiene, según los parámetros expuestos, muy a la mano. Y es que, el término terrorismo se acuñó para designar episodios de terror en los que los sumos hacedores del dolor y de la muerte, no fuesen sino aquellos mismos malnacidos que lo utilizan a diario como moneda de cambio en beneficio de sus perversas intenciones.

De modo y manera que, lo que debiera de ser un concepto perfectamente comprensible, se convierte en un mantra al que la población acude sin pensarlo: pocas veces la gran mayoría ciudadana mundial, menos aún la  española, utiliza el raciocinio para afrontar las tesituras a las que nos somete el poder establecido.

En esas estamos, inmersos en un estéril debate, tratando de dilucidar el sexo de los ángeles, en tanto qué, el terrorista Estado de Israel, masacra al pueblo palestino. Las imágenes que nos llegan, que aún siguen llegando, son horrendas, los crímenes se cuentan ya por centenares.

En ese oscuro marco, del mal llamado orden internacional, incapaces de condenar y tomar las medidas drásticas que se precisan para cortar ese asesinato en masa, algunos de los representantes políticos de nuestro país se enfangan en el habitat en el que mejor se desenvuelven, el del terror, el del odio, el de la mentira, el de la manipulación mediática, ofreciendo un muestrario de declaraciones en redes sociales, apoyando al gobierno asesino de Israel, y lo hacen porque saben que quienes les otorgan su confianza no son seres humanos críticos nada manejables.

Pero, no nos engañemos, los Abascal y los Cantó de turno, son bufones del odio y del crimen, individuos sin alma, cuyo recorrido y alcance es limitado, miserable y ruin, pero limitado.

La que preocupa es la posición de la comunidad internacional y de los gobiernos que le dan forma, a quienes cuesta horrores plantar cara ante la masacre que está viviendo la Humanidad.

Pero, frente a esa asquerosa e infame miseria moral, es posible que hayáis visto estos días el vídeo en el que una niña palestina se lamenta amargamente de la desgracia permanente que sufre su pueblo. Sencillamente, es desgarrador. Cuando vi y escuché sus palabras, me retrotrajo en el tiempo a una tarde, debió de ser en 2009, cuando, en el Taller de Apoyo al Estudio, de la Asociación Promotora de la Universidad Popular de Cehegín, antes de comenzar la clase, un grupo de niños y niñas se arremolinó en torno al ordenador del aula, y al preguntarles a qué tanto interés, una niña, árabe, que tendría unos 10 años en aquel momento, me miró, con lágrimas en los ojos, para decirme que estaban matando a los niños árabes, refiriéndose a una de las masacres que el Estado de Israel lleva cometiendo contra Palestina, durante los últimos más de 70 años.

La niña del Taller, ya comenzó sus estudios de Medicina.

La niña del vídeo dice que su sueño es estudiar Medicina para ayudar a su pueblo.


Santos López Giménez



miércoles, 12 de mayo de 2021

15 M, diez años después

 Audio Onda Cero, 12 de mayo de 2021

Buenas tardes. Con permiso de Julio, daré lectura a mis impresiones del 17 de mayo de 2011, dos días después del pistoletazo de salida del manoseado e histórico 15 M.

El momento era lo de menos, antes o después habría de producirse. Campeones en mantener la respiración, bien por apartarnos del tufo putrefacto, bien por mantener privilegios a toda costa, el caso es que la ciudadanía de este país solemos tener a buen recaudo nuestras ropas mientras hacemos como que nadamos. Desde el pasado domingo, o mejor, desde el pasado sábado por la tarde, cuando una amiga me citó de soslayo a la extrema derecha, el espíritu de lo que han dado en llamar Movimiento 15 M me persigue. Por lo que vengo leyendo y escuchando, no soy el único: demasiadas dudas generó en un primer momento, sobre todo porque, de todas las consignas que albergaba, una pareció tomar una inusitada ventaja, la del abstencionismo. Con el paso de las horas (escribo 48 horas después), parece quedar relegada a un segundo plano esa inoportuna consigna; según un portavoz del Movimiento 15 M, la cita electoral será un momento en el que cada cual habrá de decidir su postura ante la misma, con absoluta libertad, lo cual es obvio. Sin duda, la diversidad de posiciones es lo que más enriquece a esta rebelión social. Destaca, sobre manera, la enorme cantidad de jóvenes que se han adherido a ella, hecho muy significativo considerando la apatía y el adocenamiento de lustros. Las razones para estar ahí no son de ahora, ni tan siquiera deberían ser consecuencia de la mal llamada crisis económicacrisis del ladrillo en España, apodo nada casual, tantas veces pronunciado por los propios delincuentes, por los hacedores de la misma, que pareciese más bien una plaga bíblica que un delito ejecutado por criaturas de carne y hueso; por si a alguien se le ha olvidado, recordar que, en el 97, el primer Gobierno de Aznar, declaró urbanizable todo el territorio nacional, no fue sino un acto que prendió la mecha de los desmanes y dejó manos libres a los mayores sinvergüenzas de cada pueblo, con el beneplácito y la muy interesada colaboración de los políticos de turno, sobre todo en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Tras este engorroso paréntesis, de funesto recuerdo, vuelvo sobre las otras razones que hace tiempo debieron ocasionar la indignación que acaba de aflorar a modo de manifestaciones masivas en toda España. Todas ellas, por lo leído y escuchado, al margen de aquellas que se dirigen contra el poder mundial de la banca, que por si solas hubiesen sido suficientes para desatar la indignación y las movilizaciones, van en la dirección de provocar una reacción en la ciudadanía y en los políticos para que la participación ciudadana pase, de una vez por todas, al primer plano de nuestras vidas; otras, en la misma línea, promueven cercenar los obstáculos que impiden que los movimientos sociales que dan el paso al mundo de la política tengan posibilidades reales de estar representados en las diferentes instancias administrativas, mediante cambios en el sistema electoral actual que ahoga cualquier intento en esa dirección. El 15 M, por el bien de todos, ha de seguir adelante, ha de dejar bien claro que la ciudadanía está ahí, vigilante; hemos de estar, no sólo moralmente, también físicamente junto a este movimiento, crear una inmensa masa de seres humanos frente a la inconsciencia de los dirigentes actuales, capaces de poner toda la carne en el asador para salvar a la banca y consentir, fomentando, la precariedad de buena parte de sus conciudadanos. Pero, ni al Movimiento 15 M, cuya intencionalidad, en las fechas de sus movilizaciones, aplaudo, ni al resto de la sociedad, le pasa desapercibida la convocatoria electoral del próximo domingo, 22 M; de ahí que la ocasión es pintiparada: quienes son capaces de provocar una movilización de tales dimensiones, individualmente, pueden y deben, podemos y debemos, interactuar en nuestros ámbitos más próximos para que la afrenta social, la desvergüenza, que significará ver de nuevo a cientos de imputados ante la Justicia ocupando sus cargos públicos, se convierta en una pesadilla jamás concretada. El bipartidismo lo han generado PP y PSOE, qué duda cabe, pero la consolidación la hemos consentido, y plasmado con nuestros votos, los ciudadanos. Adelante con el 15 M, pero, hagamos un mínimo esfuerzo para que el domingo se revierta esa absurda dinámica bipartidista.

Fin de la cita, que diría el otro. Diez años, dos lustros después, la cuadratura del círculo tomó forma, ahora, no sólo se ampara a ladrones delincuentes, sino que en lo ideológico, la involución está servida.

Santos López Giménez



miércoles, 5 de mayo de 2021

Felicidades, David (La del pirata cojo)

 

Audio 5 mayo 2021, Onda Cero Noroeste

Buenas tardes, ante todo. Me acabo de dar cuenta de que esa sencilla fórmula nunca la he utilizado al empezar mi comentario, nunca es tarde, mucho menos hoy. Después de un año y poco devanándome la sesera para mantener viva esta posibilidad de asomarnos cada semana a las ondas de onda cero noroeste, con permiso de Julio, hoy quisiera relajarme, hacerlo a lo grande. Hoy, no es un día cualquiera, hoy, hace 28 años que tuviste a bien venir al mundo, a este mundo tan maravilloso del que gozamos, a este mundo que, por momentos, se nos hace hostil, y a renglón seguido, vuelta a empezar, nos regala su maravillosa presencia en nuestras vidas. Un mundo que nos da una de cal y otra de arena, aun así, con contratiempos incluidos, le seguimos amando, le seguimos honrando, seguimos tratando de cuidarlo, de dar lo mejor de nosotros para que su futuro no sea tan efímero como los malos augurios pronostican. Ahí seguimos, tú en Inglaterra, nosotros en Extremadura, tan lejos y tan cerca, fuera de casa, buscando el modo de ganarnos el sustento, peleando cada segundo de nuestras vidas para hacerlas todo lo dignas que todo ser humano merece. Esa es nuestra obligación, la tuya, la nuestra, la de mantener en pie esa máxima por la que venimos luchando desde mucho antes de que tu nacieras, y a la que te uniste dando un enorme sentido a nuestra existencia.

Esta vez la música la elegí yo, en esta ocasión, la del pirata cojo, aquella que ponías cada tarde al volver de la escuela infantil y te plantabas ante la tele para ofrecer un precioso Karaoke a quien tuviese la dicha de verte cantarla, micrófono en mano, antes incluso de tomar tu merienda. Esta vez no te he mandado mi grabación para que la música la añadas tú, en esta ocasión, todo va en un enorme paquete integrado: nuestras palabras, la música, nuestros abrazos y nuestros te queremos. Feliz cumpleaños, David, te queremos mucho.

Santos López Giménez