De puntillas, así pasaban sus días, así se presentaban en sociedad. No hacían ruido, se desmarcaban de cualquier posibilidad de compromiso. No hacían sino aplicar las mismas memeces que durante décadas sacaban a relucir, un día sí y otro también, escudándose en un egoísmo encubierto, imperceptible para personajes pululadores y aduladores a quienes la baba les resbalaba al tiempo que sufrían desmanes y humillaciones que aplaudían mientras les arrastraban al cadalso.
Sin banco de ADN para los represaliados por el franquismo: «Hay que
identificarlos y enterrarnos dignamente»
-
La ARMH, presidida por el nieto del primer exhumado identificado
genéticamente en España que era uno de ‘los 13 de Priaranza’, acusa al
Gobierno de «falta ...
Hace 2 días