Llegados a este punto, aquello de que la amistad no ha de perderse por cuestiones socio políticas, o que la amistad está por encima de ideologías, y demás otras frases de corte pelín empalagoso, me pregunto: ¿si en la Alemania Nazi, una persona tomaba conciencia de la adscripción criminal de supuestos amigos, aunque solo fuese por el apoyo emocional que aquellos proporcionasen a los asesinos, de verdad que la obligación moral sería la de mantenerse impertérrito con la susodicha amistad y ya?
Vivimos un momento de nuestras vidas que no habrá de quedar en el limbo de los acontecimientos que pasan sin pena ni gloria. Estamos viviendo un genocidio en nuestro planeta, se está masacrando a un pueblo de más de dos millones de seres humanos, y en la fase actual, la crueldad y la vileza más absolutas lo convierten en uno de los peores infiernos que nuestra especie haya tenido que soportar en la larga Historia de la Humanidad.
El Estado terrorista de Israel está siendo el encargado de ejecutar ese perverso y malvado plan, con la ayuda inestimable del gobierno de los EEUU. A su vez, los grandes medios de información planetarios están controlados por estas dos aberrantes instituciones, lo que convierten las informaciones que recibe una mayoría de la población en una amalgama de falsedades y relatos oficiales, ante los cuales, esta fracción poblacional acepta a pies juntillas mantras indigeribles que salvan la cara de los asesinos. Entre otros, hay uno que se utiliza a tiempo completo; aquel, según el cual, siendo injusto lo que hace Israel, más injusto es que Hamás coloque a la ciudadanía palestina como parapetos y de ahí la masacre. A poco que se visualicen las imágenes del genocidio, no es difícil adivinar que el mencionado supuesto es del todo inviable, si consideramos que la destrucción es masiva y la crueldad cuando de disparar, indiscriminadamente, a quienes intentan recoger algo de comida, en los camiones de ayuda, no obedece a semejante bulo propio de malnacidos.
La desproporción, su análisis, sabiendo lo que ya sabemos de aquello que está ocurriendo, es un insulto a la Humanidad: ni de lejos, los crímenes acontecidos el 7 de octubre de 2023, podrán jamás justificar las casi 100.000 víctimas mortales y el sufrimiento masivo de los 2.000.000 de seres humanos, con miles de niños que están muriendo de hambre a marchas forzadas.
Por todo ello, vuelvo al principio, sabiendo lo que vamos sabiendo, conociendo lo que vamos conociendo, si hemos de mantener amistades a toda costa, reitero la pregunta del comienzo.
Santos López Giménez
Pd: Este escrito ha surgido a raíz de haber dejado el primer párrafo en Facebook, os comparto la secuencia, incluidos cinco comentarios al mismo: