Viajar para vivir

                Tal vez no haya sido el peor verano de la Historia, sin duda, los hubo mucho más dramáticos y sangrantes, sin embargo, ha tenido unas características que nos han llevado a pensar, en el contexto europeo, y por supuesto español, que estábamos ante un apocalipsis en diferido, mil veces pronosticado, mil veces relatado.

                Pero no, todo sigue igual: igual de irracional que cuando diera comienzo el estío. Las consecuencias del cambio climático son imparables, tanto como la falta de voluntad que la Humanidad pone en ello. Se ha instalado ese movimiento inhumano, incapaz de sentir un mínimo de solidaridad frente a sus congéneres, negando todo, convencido de que, una tras otra, las patrañas de quienes manejan el cotarro de la economía, son aquellas que marcan el devenir humano...