A
la nutria, desde hace décadas, se la consideró como un indicador biológico, cuya
presencia denotaba aguas limpias, en óptimas condiciones para la vida, no solo
la de la nutria, la de todos los seres vivos que la acompañan: animales,
vegetales, hongos, microorganismos, todos ellos, contribuyen a que el entramado
medioambiental, el ecosistema fluvial, conforme un todo en el que los unos
dependen de los otros y, a su vez, todos benefician a todos. Cosas de la
Naturaleza, es así de caprichosa, nos ofrece lo mejor de sí misma, y si la
maltratamos, como hacemos a diario, se desmorona a las primeras de cambio.
He
citado a la nutria como indicador biológico, si bien, en nuestra región, el que
se ha convertido en un indicador sociológico, ha sido el lince. Semanas atrás,
el ínclito López Miras, no por ilustre, sino por conocido, se hacía una foto
levantando la puerta de una jaula para que saliese un individuo de lince a
encontrarse con un medio castigado por la mano del hombre, en las pedanías
altas de Lorca, en las cuales, macrogranjas y agronegocio intensivo, convertirán
su supervivencia en una odisea. La noticia la daban los medios palmeros, afines
al susodicho, es decir, todos los regionales, resaltando, según palabras de
Miras, el avance enorme en materia medioambiental que esa puesta en libertad
suponía.
Semanas más tarde, una nutria, se hacía
viral, a través de una foto y un vídeo, grabados en una acequia de Caravaca. Es
evidente que ese no es el más adecuado de los medios que pueda ocupar, sin
embargo, su presencia, nos sitúa ante un hecho irrefutable, el de la vida
abriéndose paso incluso en ambientes nada propicios para su expansión.
Acompaño este escrito de imágenes en las que se puede contemplar el
desaguisado que el Argos está sufriendo a su paso por Cehegín. Lo normal, lo
cívico, lo que convertiría al ser humano en un ser vivo cuidadoso con su medio,
ese que le otorga y concede la posibilidad de ejercer como tal, allí donde la
razón se ha impuesto a la barbarie, siempre fue la de llevar a los núcleos
urbanos elementos copiados del Medio Natural, intentando generar, en parques y
jardines, escenarios semejantes a los que la Naturaleza nos ofrece, nunca al
revés. Pues bien, contra toda lógica, al Ayuntamiento de Cehegín, le gusta
jugar a ser Dios, e intenta trasladar el mal gusto urbano a los márgenes del
río Argos, asfixiando todo vestigio de vida en la ribera del mismo, colocando
plásticos que anulen a la vida, con la intención, según pregonan los voceros
del gobierno municipal, de generar un paseo allí donde la ribera se explayaba,
y amenazan con colocar todo tipo de adminículos artificiales, en lo que
representa un insulto sin paliativos al Medio Natural.
Gestoras y gestores del gobierno municipal de Cehegín, advenedizos de la
sinrazón, sois unos ecocidas. Qué pena que la Educación Ambiental que, a bombo
y platillo, hace más de 50 años, se convertía en la panacea que acudiría para
salvar a la Humanidad de su autodestrucción, en virtud de las políticas
adormideras que venimos sufriendo, alienando y dejando sin criterio a la
ciudadanía, os confieran esa posibilidad atroz, salvaje, sin que el resuello
del pueblo persiga vuestro infame modus operandi.
Denunciamos públicamente vuestra perversa obra y lo haremos ante las
instancias administrativas correspondientes, no es posible creer que la
Confederación Hidrográfica os haya otorgado esta trágica posibilidad, a la
cual, en un alarde de cinismo, le habéis dado en llamar “Cehegín Río”.
Santos López Giménez
(Componente de la Candidatura Podemos-IU/Verdes-Alianza Verde de Cehegín, para
las elecciones municipales del próximo 28 de mayo)
Artículo publicado hoy, 24 de mayo de 2023, en El Noroeste Digital
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