Microrrelatos

Tránsitos

No pidamos permiso para vivir: gocemos de lo que es nuestro, de aquello que nos pertenece; disfrutemos de nuestra existencia, que el invierno no sorprenda nuestra desnudez, que el otoño se asemeje a ella. Que viaje en el tiempo desordenadamente, para poner orden allí donde reinaron la belleza y el desafío constante frente a sus verdugos. No pidamos permiso para vivir: Gozad, disfrutad, vivid; ella os lo agradecerá.

Piromanía

Empezó a llorar no sin razón. Allí estaba él, ante la inmensa belleza del paisaje que se dibujaba frente a sus acuosos ojos, inundados de recuerdos, desbordados por la rabia. Recordaba a la perfección aquella tarde de treinta años atrás; rememoraba cada instante vivido, tres décadas después. Guardaba en el bolsillo del pantalón las cerillas que, al salir del frenopático, le habían entregado. Con sigilo, una a una, las fue encendiendo. Ante sí toda una vida de recuerdos, se convertía en cimientos de futuro. Terminada de encender la última cerilla, echó a andar, con decisión: el futuro le impelía.

 

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NOTA:
                   El primero, Tránsitos, formará parte de un libro, Otoño e Invierno, que saldrá publicado el próximo 23 de marzo. Concurso de la página Diversidad Literaria

                   El segundo, Piromanía, lo envié a Relatos en Cadena, de la SER. Debía comenzar con "Empezó a llorar..."

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POST DATA: En adelante, tal vez, os haga partícipes de mis aportaciones en diversos concursos literarios. Buena terapia para seguir en la brecha.