Audio Onda Cero Noroeste, 10 de febrero
El seis de
febrero de 2000, constituye una de esas fechas de infausto recuerdo, muy triste
y vergonzante para cualquier sociedad que aprecie la multiculturalidad e
integración como un valor intrínseco que la humanice. Las imágenes que la
televisión nos ofreció mostraban persecuciones de la población local de El
Ejido, en Almería, como si de una jauría se tratase, sobre grupos de
inmigrantes que corrían desaforados, se había declarado la caza de éstos y se
pretendía llevar a cabo linchamientos allí donde se les pudiese dar alcance. El
rostro desencajado de un joven que huía atemorizado me produjo un escalofrío
que recorrió todo mi cuerpo. Difícilmente olvidaré esa imagen mientras viva, me
veía a mí mismo corriendo con el aliento amenazante de la muerte resoplando
sobre mis espaldas.
21 años
después, el testimonio que nos dejasen, el pasado domingo, Iñaki Willians y
Sitapha Savané, en el programa de la sexta Salvados que presenta Gonzo, nos
ofrecía varias pistas de en qué momento se encuentra la sociedad española
respecto de esa anomalía humana y social, como es el racismo.
Somos un
país al que a sus habitantes nos cuesta entender qué es eso del racismo. En una
misma frase, somos capaces de agrupar dos conceptos contradictorios y seguir
pensando que no somos racistas. El prototipo de frase suele incluir un “yo no
soy racista pero, a los inmigrantes, no debería dejárseles entrar en España a
quitarnos el trabajo”; sobre esa misma estructura se pueden incluir todas
aquellas variaciones que acostumbramos a escuchar, mediante las cuales se
suelen poner de manifiesto todas y cada una de las sinrazones que sostienen un
entramado de intransigencia e inhumanidad con
las que, de un modo, preocupantemente creciente, el rechazo al
inmigrante sigue estando tan o más presente que jamás pudo estarlo.
Lo que
convierte al racismo en un asunto de difícil resolución inmediata, son una base
social impregnada de prejuicios, que vienen de lejos, frente a las diferencias
raciales, y que, en los últimos tiempos, se la retroalimenta por la presencia
de un grupo político que utiliza discursos de odio, siendo la mentira, en el
manejo manipulador de los datos y las afirmaciones empleadas en sus arengas, su
herramienta más dañina, alentando a esa masa social.
En un
momento dado de la entrevista de Gonzo, les mostró a sus invitados unas
imágenes en las que el presidente del grupo político mencionado, no citado,
llevaba a cabo en Canarias una de sus zafias intervenciones, llegando a decir
que la llegada de inmigrantes a España era cosa de élites políticas españolas y
que ni siquiera quienes llegaban precisaban de ayuda alguna, que se trataba de
jóvenes en edad militar con una forma física muy superior a la de muchos de
nosotros, y nada de llamarles refugiados. Ante dicha sarta de infamias
insidiosas, Iñaki Willians, que lleva en el alma el sufrimiento y dolor que
hubieron de pasar sus padres para llegar a España, comentó que si dijese lo que pensaba
realmente se metería en un problema.
Si él ha de
contener su indignación, imaginaos pues, que no será, en el día a día, la vida
de tantas personas inmigrantes frente a la permanente jauría social que, como
una ignominiosa lluvia fina, sufren la desidia de la indiferencia del resto, de
ese resto que se supone no es racista, pero, como comentase Sitapha Savané, no
sólo se trata de no ser racista, sino de ser activamente antirracista.
Santos López Giménez
1 comentario:
José Manuel nos deja un comentario grabado en audio, os dejo el enlace:
https://drive.google.com/file/d/1as7kOnNfC8ZrXbwAmroVX4OBfy6rAjz_/view?usp=sharing
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