Hay paréntesis vitales, prolongados en el tiempo, que apenas surten efecto sobre aquellos que los ejecutan. Los hay mínimos que, sin embargo, dejan su huella impresa en una prolongada estela. Los nuestros, los de mi familia y míos, a modo de viaje anual por tierras septentrionales de la Península Ibérica, son cortos: al de este año, sólo una semana le dio forma; está por ver cuan larga será su ascendencia. No obstante, por la experiencia misma del presente año, y la de los anteriores, le auguro una influencia nada desdeñable, en su carácter positivo, para la continuidad que la cotidianidad habrá de ir mostrándonos.
Entre el 22 y el 29 de agosto pasados desarrollamos esta entrañable actividad. Fiel a mi entrada anual en este blog, en la que hablo del viaje realizado, en esta ocasión, será el testimonio de las fotografías, acompañadas de breves leyendas, y de algunas reseñas, a modo de enlaces, que conducen a páginas en las que se aclaran algunos aspectos no explicados, las que, si os apetece, os mostrarán parte de nuestra vivencia. Gracias por estar ahí.
Primer día. Viaje hacia Orio (Camping Zingira):
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Cariñena, Zaragoza |
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Camino de Guipúzcoa |
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Instalados en Zingira |
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La luciérnega |
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A descansar |
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En Aia, dispuestos a emprender la marcha perimetral, de 17 km, en torno al Parque Natural Pagoeta |
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Ante las primeras estribaciones de la ruta |
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Lagartija a determinar (¿ibérica, Podarcis hispánica?) |
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Metidos en materia, sumergidos en el bosque |
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Ante el tocón del haya caído |
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La altura y sus paisajes |
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Saliendo del bosque, continuando la marcha |
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Hongos: peo de lobo |
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Contemplación mutua, entre cedros y personas |
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Continúa la marcha perimetral |
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Setas y hayas |
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Orio, abajo |
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Parada y foto |
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Más allá, fuente y abrevadero
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Abrevadero cargado de renacuajos
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Una sanguijuela dejándose ver |
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Tras pronunciado ascenso, inicio del descenso |
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Paisajes nuevos salen al paso |
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También el perro pastor nos saluda |
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La babosa da cuenta del resto de pepino de la comida |
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De las seis horas de camino, sólo una nos quedaba |
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Comprobando lo ya realizado |
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De nuevo el bosque y sus inquilinos |
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Helechal en el sotobosque |
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Desde lo profundo |
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Variadas especies de hongos |
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Zarautz: Aia cada vez más cerca |
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Tapiz forestal |
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Contemplando el ciprés de Lawson (Niebla en primer plano) |
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Cerrando el círculo: otra vez el mar y nuevos caseríos |
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Zarautz |
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Entre el bosque y el mar |
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La humedad y sus huellas: musgos y líquenes la delatan |
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Zarautz entre el follaje |
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Nueva parada, nueva foto |
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Inmenso Cantábrico |
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Oteando |
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Mirador |
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Dejándose acariciar en el caserío |
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Piedra de afilar |
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Más utensilios |
Tercer día:
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Aportes laterales |
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Helechos |
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Petirrojo junto al camino |
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Uno de los varios túneles que cruzamos |
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El río Leizarán |
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El Leizarán y su ribera |
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Descanso sobre el lecho de agua |
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Nuestro perro en su salsa |
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Los cinco en el posado |
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Disfrutando del fresco paisaje |
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Eslizón: lución |
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Recreo |
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Ecdisis: Muda de cangrejo |
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Volviendo al camino |
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Sempiterno petirrojo |
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Lombriz errante |
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Caserío casi al final de los 15 km recorridos |
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Nuevas setas |
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Familia de escarabajos necr |
Cuarto día: Bilbao y Donosti
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Frente al nuevo San Mamés: Frustrado intento de conseguir entradas para el Athletic-Nápoles del próximo miércoles, 27 de agosto |
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Zorzal en el camping |
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Pinzón en el camping |
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Comida antes de partir rumbo a Donosti |
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Donosti: la Concha |
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Baño en la Concha |
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Caída de la tarde |
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Abandono del baño |
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Tras el baño |
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La puesta de sol |
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Chao, Donosti |
Quinto día: La costa del Flysch
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Zarautz |
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Getaria |
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En el monumento a Elkano |
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Callejeando por Getaria |
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Playa de Getaria |
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Desde el monumento de Elkano, en Getaria |
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Esta pareja de gorriones merecía ser retratada |
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Arqueohistoria en Getaria |
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Historia a flor de calle |
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Amplia visión del Flysch de Zumaia |
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La Ermita de San Telmo en lo alto |
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Vértiginoso paisaje |
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Otra perspectiva más del Flysch |
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Toca bañarse |
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Mar picada |
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En Zumaia |
Sexto día: Playa de Orio y Bilbao
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Playa de Orio |
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Mirador |
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Otra protagonista sempiterna: la lagartija (roquera, Podarcis muralis) |
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Costa agreste en Orio |
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Arriba y frente a la costa de Orio |
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Orio
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Preparando gibia y truchas |
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Sobremesa antes de partir hacia Bilbao |
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Mírala ella
Tarde del miércoles 27 de agosto: a una de las excursionistas la dejamos en Sondika para tomar el avión a Alicante; los demás, aún sin entradas, llegamos a Bilbao para vivir el Athletic-Nápoles en sus calles |
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Otra vez será lo de visitar el nuevo San Mamés |
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Inolvidable gabarra |
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Las calles de Bilbao, un hervidero |
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San Mamés en la distancia |
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No quedó otra, lo vimos en un bar |
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La alegría no se disimula |
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San Mamés, al otro lado de la Ría, tras el partido |
Séptimo día (Costa vizcaína)
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Junto al puerto de Mutriku
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Recónditas calles
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Callejeando por Mutriku |
Visita al Museo Geológico de Mutriku (
Nautilus)
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Faro |
La última parada de este día nos llevó hasta Ea
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Playa de Ea |
La mañana del regreso (Octavo día)
Santos López Giménez
Otros viajes:
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