"No es prudente revelarle al enemigo cuáles son mis fuerzas".
La frase se las trae. Fuera de contexto podríamos situarla en una disparidad de ámbitos que se nos escapa su cálculo. Sin embargo, todos ellos serían ámbitos de guerra o preguerra, donde la inusitada violencia de peligrosos delincuentes, en el fragor de los disturbios, podrían llevar a su autor a emitirla. Pero claro, la frase es de esta tarde, la ha emitido el Jefe de la Policía de Valencia, Antonio Moreno, y los hechos que le han puesto semejante barbaridad en sus labios no son sino unas concentraciones, de jóvenes estudiantes, ni tan siquiera universitarios, que vienen peleando por la dignidad del Sistema Público de Enseñanza. Entre otras reclamaciones está la de que puedan gozar de calefacción. Pues bien, desde la semana pasada, que comenzasen las protestas, el grado de violencia que la policía está empleando contra estos jóvenes está siendo de una magnitud tal que el silencio y el ocultismo no deben gozar ni de un segundo para lograr sus infames objetivos.
Mientras escribo, esta misma noche, un cerco enorme de policía se enfrenta a una masa de estudiantes que casi les iguala en número. Es toda una desmesura. Obviamente, la estrategia es clara, inocular el miedo en la sociedad. No nos engañemos, no precisan estas criaturas de estrategias concertadas, sólo precisan vías para que el miedo llegue lo más profundo que se pueda. En su delirio, estos zanguangos, son capaces de hacer trizas todo lo que se les ponga al alcance de su herramientas para infringir dolor físico. Las Fuerzas de Seguridad del Estado albergan en su seno a un ramillete de maleantes e inoperantes profesionales que constituyen las fuerzas represoras que tanto daño hacen a la sociedad en su conjunto. Hago este especial énfasis, en el subrayado y la cursiva, porque, recientemente, me saltó a la yugular un funcionario público, miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para emitir la siguiente sandez:
"Cuando tu dijiste que las fuerzas represoras de este pais, entiendase policias y guardia civil, eramos unos malnacidos y nos maldeciste, no mostraste ningun respeto ni educacion por mis compañeros ni por mi, asi que yo a ti no te debo igualmente ningun respeto.No estas en condiciones de exigir lo que tu no muestras. Para mi firmaste tu setencia con aquellas palabras". (Tilonorrinco, espiritrompa)
Pero, esas palabras, y las otras muchas que esa criatura me dirigió, no eran casuales, como no era casual el momento. Vivimos tiempos en los que determinados miembros de las Fuerzas de Seguridad hacen ostentación de sus ideologías, lo cual no debiera nunca ser impedido, pero sí, y lo saben muy bien, añadiendo su condición de miembros de las mismas.
En todo caso, la cadena de responsabilidades, que sobre la sangrante operación policial de Valencia se ha generado, sitúa a la Delegada del Gobierno, Paula Sánchez, como la primera, y gran gamberra, al no haber sido capaz de censurar, ni de lejos, lo acontecido, y, bien al contrario, está dando por buenas las explicaciones que le trasladan personajes como el que esta tarde emitió la frase que daba comienzo a este escrito. De hecho, cuando el Jefe de Policía pronunciaba la desgraciada frase, la Delegada estaba a su lado.
Cehegín, madrugada del 20 al 21 de febrero de 2012.
Santos López Giménez
Enlaces con la noticia:
Cartas al Director
La Policía aduce que se limitó a responder al "enemigo"
El diputado nacional de Compromís denuncia haber sido agredido por la Policía en Valencia
Violenta desmesura policial. Atroz desmesura verbal.
La frase se las trae. Fuera de contexto podríamos situarla en una disparidad de ámbitos que se nos escapa su cálculo. Sin embargo, todos ellos serían ámbitos de guerra o preguerra, donde la inusitada violencia de peligrosos delincuentes, en el fragor de los disturbios, podrían llevar a su autor a emitirla. Pero claro, la frase es de esta tarde, la ha emitido el Jefe de la Policía de Valencia, Antonio Moreno, y los hechos que le han puesto semejante barbaridad en sus labios no son sino unas concentraciones, de jóvenes estudiantes, ni tan siquiera universitarios, que vienen peleando por la dignidad del Sistema Público de Enseñanza. Entre otras reclamaciones está la de que puedan gozar de calefacción. Pues bien, desde la semana pasada, que comenzasen las protestas, el grado de violencia que la policía está empleando contra estos jóvenes está siendo de una magnitud tal que el silencio y el ocultismo no deben gozar ni de un segundo para lograr sus infames objetivos.
Mientras escribo, esta misma noche, un cerco enorme de policía se enfrenta a una masa de estudiantes que casi les iguala en número. Es toda una desmesura. Obviamente, la estrategia es clara, inocular el miedo en la sociedad. No nos engañemos, no precisan estas criaturas de estrategias concertadas, sólo precisan vías para que el miedo llegue lo más profundo que se pueda. En su delirio, estos zanguangos, son capaces de hacer trizas todo lo que se les ponga al alcance de su herramientas para infringir dolor físico. Las Fuerzas de Seguridad del Estado albergan en su seno a un ramillete de maleantes e inoperantes profesionales que constituyen las fuerzas represoras que tanto daño hacen a la sociedad en su conjunto. Hago este especial énfasis, en el subrayado y la cursiva, porque, recientemente, me saltó a la yugular un funcionario público, miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para emitir la siguiente sandez:
"Cuando tu dijiste que las fuerzas represoras de este pais, entiendase policias y guardia civil, eramos unos malnacidos y nos maldeciste, no mostraste ningun respeto ni educacion por mis compañeros ni por mi, asi que yo a ti no te debo igualmente ningun respeto.No estas en condiciones de exigir lo que tu no muestras. Para mi firmaste tu setencia con aquellas palabras". (Tilonorrinco, espiritrompa)
Pero, esas palabras, y las otras muchas que esa criatura me dirigió, no eran casuales, como no era casual el momento. Vivimos tiempos en los que determinados miembros de las Fuerzas de Seguridad hacen ostentación de sus ideologías, lo cual no debiera nunca ser impedido, pero sí, y lo saben muy bien, añadiendo su condición de miembros de las mismas.
En todo caso, la cadena de responsabilidades, que sobre la sangrante operación policial de Valencia se ha generado, sitúa a la Delegada del Gobierno, Paula Sánchez, como la primera, y gran gamberra, al no haber sido capaz de censurar, ni de lejos, lo acontecido, y, bien al contrario, está dando por buenas las explicaciones que le trasladan personajes como el que esta tarde emitió la frase que daba comienzo a este escrito. De hecho, cuando el Jefe de Policía pronunciaba la desgraciada frase, la Delegada estaba a su lado.
Cehegín, madrugada del 20 al 21 de febrero de 2012.
Santos López Giménez
Enlaces con la noticia:
Cartas al Director
La Policía aduce que se limitó a responder al "enemigo"
El diputado nacional de Compromís denuncia haber sido agredido por la Policía en Valencia
"Me entran ganas de llorar"
Una periodista agredida: "No hace falta tanta agresividad"
Violenta desmesura policial. Atroz desmesura verbal.
4 comentarios:
Yo estaba allí. La noticia de acción policial contra el enemigo estudiante aviva la memoria de Valencia hace 36, 38 años. La cuenta no es dificil, en 1974-1976 yo estaba allí. No necesito presumir de mi modesta-precaria participación en la controversia social desde la universidad y contienda policial en las calle, con el recuerdo que anima a la asociación -reacción tardofranquista, destrucción del territorio, el Cabañal, acción neoliberal, [...] ¡Como perdura el paternalismo policial para justificarse en su violencia y en el amparo del torpe mandato!
Francisco Fuentes Blanc
Querido Paco:
He recibido en mi correo este comentario tuyo. No aparece publicado en el blog, por lo que, aún a riesgo de que lo haga después, traslado tu comentario aquí:
Yo estaba allí. La noticia de acción policial contra el enemigo estudiante aviva la memoria de Valencia hace 36, 38 años. La cuenta no es dificil, en 1974-1976 yo estaba allí. No necesito presumir de mi modesta-precaria participación en la controversia social desde la universidad y contienda policial en las calle, con el recuerdo que anima a la asociación -reacción tardofranquista, destrucción del territorio, el Cabañal, acción neoliberal, [...] ¡Como perdura el paternalismo policial para justificarse en su violencia y en el amparo del torpe mandato!
Francisco Fuentes Blanc
Amigo Santos. Estos disturbios me recuerdan una anecdota que nos contó años ha un amigo común, juraria que fue uno de Guadix por mas señas, (se que visita tu blog de vez en cuando y puede dar fe de ello). Él nos contaba que en su época de instituto hicieron una manifestación, y que cuando llegó la policia uniformada, su forma de dispersar a los manifestantes, la resolvieron de forma contundente, por medio de la palabra. El policia se dirigió a los manifestandes diciendo: Eh tú fulanito, no te da vergüenza, que se lo voy a decir a tu padre, y tu zetanito, no me esperaba esto de tí, verás cuando vea a tu padre, y tu chulecito, ahora cuando pase por donde trabaja tu padre te vas a enterar, ya estás "pa dentro" de clase ahora mismo.
Yo solo de pensar que estoy en una manifestación a los 14 años, hago cualquier trastada y me detiene la policia.... Uy.... disculpame que me han entrado unos irreflenables deseos de ir al baño.
Todo esto nos lleva a reflexionar que sociedad estamos creando para nuestros hijos, cuando unos niñatos ponen en jaque a la sociedad porque les cortan la calefacción a las 12 del día. Tendrían que venirse conmigo a la aceituna a las 6 de la mañana con el tractor descapotable para saber lo que es frio, o meterse en la balsa de riego en plan nudista en invierno, de noche o de dia, porque se ha escapado la goma de desagüe.
La única esperanza que yo le veo a esta sociedad de muchos derechos y ningún deber me lo comentó mi hermana que vivió muchos años en EEUU, y conoció a muchos exhippies y decía que estos exhippies les daban a sus hijos una educación espartana. Espero que nuestros hijos enseñen mejor a los suyos de lo que nuestra generación ha hecho con los nuestros.
Ricardo, muchas gracias por participar en este espacio.
Todos los puntos de vista son respetables, ocurre que algunos, cuando se ejecutan, dejan de serlo. Un abrazo.
Santos
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