Audio Onda Cero Noroeste, emitido hoy, 17 de marzo de 2021
Estamos viviendo estos días una situación, respecto del
escenario político de nuestra Región y de nuestro país, que, en sí misma, no
debiera ofrecer más inquietud que la propia que pueda generar la incertidumbre
de los cambios que se deriven de ella.
Sin embargo, contra la normalidad de un momento de la
Historia, que habría de estar perfectamente asumido por la globalidad de la
ciudadanía, ésta, la ciudadanía, viene utilizando todo tipo de frases
malsonantes, que a nadie benefician, salvo que hayan quienes, desde
determinados grupos políticos, sí encuentren en las mismas motivos para sacar
partido. De ser así, significaría que algo tendrán que ver con la mencionada
generación de frases hechas, cuya significación es nula, y lo más curioso,
quienes las emiten, los unos y las otras, se reconocen en ellas, en las frases
vacías, estériles, que recitan: pareciera que ello las fortalece frente a un
enemigo común que ni siquiera saben bien quién es.
Insultar a
la clase política, per se, carece de sentido alguno.
Hace unos 3 años, en Bélgica, se
desarrolló una situación parecida a la vivida por España recientemente, cuando
por un tiempo no se acababa de conformar un gobierno del resultado salido de
las urnas. En aquel momento, se viralizó la idea de que sin gobierno
funcionaba mejor un país. Muchos, muchas, repetían, como papagayos, aquella
letanía. En realidad, el vacío legal, en países europeos, perfectamente
estructurados, en cuanto a su armazón democrático, no se produce por mucho que
se prolongue en el tiempo la formación de un gobierno. Pero, una vez más,
aquellos, aquellas, para quienes la democracia es el vacío que les bloquea la
posibilidad de manejar los resortes de la economía, al fin y al cabo, razón
única de su presencia en política, vieron en la dichosa viralización un motivo
para malmeter contra la democracia.
Siguiendo la
estela de las nefastas maneras de verbalizar frente a hechos, a todas luces,
marcados por su condición de democráticos, están aquellas que aluden a
parlamentos “fragmentados”, para referirse a resultados electorales plurales en
su máxima expresión. Demonizan ese hecho como si existiese una ley, que no dejase margen para que ello pudiera
producirse. En España, las administraciones regionales que mejor han
funcionado, lo han venido haciendo con gobiernos plurales. Echad un vistazo
a las estadísticas de largo recorrido, tales que, los niveles culturales,
educativos, sanitarios, renta per-cápita, niveles de pobreza etc, y comprobad quienes gestionaron las respectivas regiones que encabezan dichos
parámetros durante las tres últimas décadas.
Qué decir
del concepto que se ha querido transmitir sobre lo que significa una moción
de censura. Ante todo, es una herramienta democrática como la que más, que
proporciona a los grupos políticos de un parlamento, la posibilidad de
cambiar el gobierno del mismo si, democráticamente, la suma de votos
parlamentarios diese para ello. Pues bien, lo habéis comprobado en vuestras
carnes, en nuestra región: los hay, las hay, para quienes una moción de
censura es un golpe de estado, lo dicen, confundiendo, ahondando en la
incultura democrática y política de sus conciudadanos; también dicen que el
millón y medio de habitantes de la Región de Murcia no aprueban dicha moción,
que la consideran una estafa, un intercambio de sillones en los despachos. Y lo
dicen quienes gestaron en los despachos, el gobierno salido de las urnas hace
dos años, lo cual no es ni bueno ni malo, sólo el lugar físico donde sentarse y
negociar esas posibilidades democráticas. Para colmo, en aquel momento, el
grupo más votado, hubo de quedarse en la oposición. En aquel entonces, para
estas huestes constitucionalistas, que así se hacen llamar, con
todo cinismo y desvergüenza, la
democracia tenía sentido, ahora no, ahora bloquear un proceso democrático, como
es la moción de censura, comprando voluntades, eso es libertad, y la cara no se
les cae de la vergüenza al decirlo.
Permitidme
sugerir lo siguiente: Si estás harto, si estás harta, de todo lo que huela a
política y a políticos, no lo dudes, dilo tal que así, sin más: si has de
enfatizar, no estás obligado, no estás obligada, a confrontar tu ideología con
mi ideología, indicando que es tan infame como la tuya, y mis representantes
son tan sinvergüenzas como los tuyos, porque eso, no sólo es de mal gusto,
además, no es verdad.
Santos López Giménez
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