No renegar a unos
principios, es la base de todo compromiso; dosificar la emisión de los
mismos, en función de quienes son los interlocutores de turno, y qué bastardas
intenciones les mueven, no es malo si de reforzar el compromiso se trata.
Hago esta introducción tras haber escuchado al candidato
de Podemos en Denia, que argumentaba, con desprecio, llegando al insulto, la
inoportunidad de Pablo Iglesias al hablar de las donaciones que un preboste,
con biografía empresarial nada sana, absolutamente despreciable, sacada a la
palestra por medios que buscaban minar a
Podemos en las recientes elecciones, y cuyo objetivo han logrado con suficiencia, reprochándole, con una acritud desmedida, que hubiese hecho alusión durante la campaña a ello.
Cada rincón de España
ha tenido, y mantiene, una relación
con Podemos que nada tiene que ver con lo oportuno o inoportuno de esos
argumentos. Analizando, pormenorizadamente, dichos espacios geográficos,
encontraríamos que en ellos la presencia de diputados y/o concejales de este proyecto político, representado por
Podemos, ha acarreado trabajo, mucho
trabajo, por parte de los mismos; participación activa en las
miles de afrentas sociales a las que los sectores más desfavorecidos se
veían abocados; infinidad de propuestas,
en forma de mociones e interpelaciones varias; presencia activa allí donde nuestros espacios vitales precisaban de
un acometer contundente, sin paliativos; resultados más que probados,
contrastados y publicados, de buen hacer
económico y social.
En tanto que, sobre la marcha, esos medios aborrecibles, sacando a colación no sólo asuntos que dieran
pie a un debate estéril, por lo
inoportuno del mismo, no así por su contenido, al que no es difícil de llegar,
si de conclusiones se trata, considerando que las estructuras de un Estado Social
y de Derecho contemplan, con garantías suficientes, la puesta en marcha de
acciones que hagan avanzar los mecanismos en Sanidad y todas cuantas otras
consideraciones en cualesquiera de las distintas áreas que para el desarrollo
social podamos contemplar, mediante la única y eficaz vía de los impuestos. Al
mismo tiempo, la otra vertiente del aborrecimiento que los medios arrastran,
está la manipulación continuada, y
demostrada con sentencias judiciales, mediante la ingente cantidad de noticias falsas que se han generado en todo el
tiempo que ha transcurrido desde que Podemos entrase en escena.
No estoy, ni deseo estarlo, por esa absurda labor de pedir dimisiones. No he expuesto nada que la militancia
de Podemos no conozca, es por ello que me resulta hipócrita y fuera de contexto exigir algo que, de haber tenido
algún recorrido previo, no es ahora el momento de blandirlo como arma
arrojadiza. De llevar a cabo esa
estrategia, no haremos otra cosa que certificar
la mucha mierda que esos medios han querido verter sobre este importante e ilusionante
proyecto, al que han conseguido tumbar gracias
a un pueblo cuya escala de prioridades está al servicio de la apuesta manipuladora
que más se repita, un pueblo capaz de ratificar las peores máximas que
dichas estrategias manipuladoras manejan desde hace muchas décadas: una mentira repetida hasta el infinito, se
acaba convirtiendo en una infame verdad.
Santos López Giménez
1 comentario:
De acuerdo con tu exposición sobre la manipulación y persecución de los medios de comunicación contra Podemos por ser contrario a sus intereses. Hasta ahí de acuerdo.Sin embargo conviene hacer autocrítica (a pesar de que considero que es una de las opciones más potables que existen en el panorama político nacional) porque la mujer del Cesar además de ser decente ha de parecerlo.
- En primer lugar, se ha visto en concreto en Pablo Iglesias, un afan de poder y de sillones por encima de pactar programas y acuerdos con la izquerda
- En segundo lugar, los conflictos internos han hecho mucho daño a la organización
- En tercer lugar, el intento de fagocitar IU, así como el de no respetar las decisiones de los círculos de podemos por encima de la cúpula han hecho que mucha gente se haya desvinculado.
La gente de izquierdas se ha dado cuenta que aunque podemos pueda hacer algunas cosas que está bien, no hay que abandonar la lucha en la calle ni las revindicaciones aunque los tuyos ocupen el poder. Siempre con ojo avizor. Un saludo Enrique
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