Cuando el sábado, día 13 de junio, se llevaba a cabo el acto de constitución de los nuevos ayuntamientos salidos de las urnas, el domingo 24 de mayo, en las que fuera elegido Alonso Torrente Rodríguez, por el grupo político Calasparra Viva, además de un importante hito en su vida, como persona cuyo compromiso está fuera de toda duda, lo que no podía imaginar era la airada reacción, de una parte de los ediles electos, ante el discurso que Alonso pronunciase en su turno de palabra, que llevó consigo una imagen nada saludable, que el propio Alonso nos relataba, sin miedo, pero con el pudor que la decencia confiere a las gentes honradas, según la cual hubo de ser escoltado para salir del Ayuntamiento de Calasparra.
Como suele ser habitual, cuando la indecencia no sabe asirse a nada que no de vueltas mareantes y ocasione daños irreparables hacia aquellos cuyas esquirlas dirijan los indecentes, uno de ellos, apelando al postureo de la ofensa, dio rienda suelta a la generación espontánea de bulos y generó el que, Alonso, en la Carta al Director que ayer le publicase La Opinión de Murcia, tuviese que salir a escena para reconducir el mal proceder de dicha persona, a la sazón, Alcalde electo de Calasparra.
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