"En cuanto a la dignidad precisaré ante todo que por ello entiendo el talante y el comportamiento que dan sentido humano a lo que la vida arroja sobre nosotros. No podemos evitar la agonía, ni la desgracia ni el súbito enriquecimiento, ni tantas cosas buenas o malas, como no podemos evitar situaciones en las que hemos de tomar una decisión entre varias posibles. Pero si podemos afrontar todo eso convirtiendo lo azaroso en algo insertable en nuestra biografía, congruente con lo que somos; casi me atrevo a decir, como si naciese de nosotros lo que nos ha sobrevenido. Hacerlo nuestro desprendiéndolo del azar como algo que "tenía que sucedernos", es hacerlo humano. Para mí eso es la dignidad. Con ella somos casi creadores -incluso aprovechando lo imprevisto- de ese "hacerse lo que se es" en que consiste el vivir".
La reflexión fue hecha por José Luis Sampedro en su libro "La escritura necesaria". Hará unos tres años, tuve la suerte de leerlo. En conjunto, mereció la pena su lectura, pero, sólo el hallazgo de tan hermosa reflexión, hubiese sido suficiente.
Hacerse lo que se es, sabiéndote miembro de una comunidad que en ocasiones reconforta tu alma, pero, las más de las veces te hace sonrojar. Es entonces cuando tu espíritu sucumbe al vacío, cuando los esbozos de valentía dan paso al tenebroso e impertinente miedo. Éste, te acorrala, te indica el camino, te enseña sus cartas, te muestra su maestría en las artes de la Mafia: saca de la manga retratos de tus seres queridos, te los muestra, al tiempo que pretende segar los restos de los sueños y las ilusiones que un día cometiste la osadía de forjar.
Aún así, la reflexión de Sampedro adquiere su máxima vigencia, porque tus sueños, tus ilusiones, no están sometidos a las estructuras mafiosas de sinvergüenzas sin escrúpulos; tus sueños, tus ilusiones, hace tiempo que los ubicaste allí donde semejantes garras jamás podrán acceder. No dudo de que, prestas y dispuestas, esas afiladas garras, habilitadas garras, tratarán de eliminar los vestigios de su presencia. Ahí te encontrarán, ahí seguirás haciéndote lo que eres, ahí, la defensa de la dignidad de muchos seguirá siendo la defensa de tu dignidad.
Santos López Giménez
La reflexión fue hecha por José Luis Sampedro en su libro "La escritura necesaria". Hará unos tres años, tuve la suerte de leerlo. En conjunto, mereció la pena su lectura, pero, sólo el hallazgo de tan hermosa reflexión, hubiese sido suficiente.
Hacerse lo que se es, sabiéndote miembro de una comunidad que en ocasiones reconforta tu alma, pero, las más de las veces te hace sonrojar. Es entonces cuando tu espíritu sucumbe al vacío, cuando los esbozos de valentía dan paso al tenebroso e impertinente miedo. Éste, te acorrala, te indica el camino, te enseña sus cartas, te muestra su maestría en las artes de la Mafia: saca de la manga retratos de tus seres queridos, te los muestra, al tiempo que pretende segar los restos de los sueños y las ilusiones que un día cometiste la osadía de forjar.
Aún así, la reflexión de Sampedro adquiere su máxima vigencia, porque tus sueños, tus ilusiones, no están sometidos a las estructuras mafiosas de sinvergüenzas sin escrúpulos; tus sueños, tus ilusiones, hace tiempo que los ubicaste allí donde semejantes garras jamás podrán acceder. No dudo de que, prestas y dispuestas, esas afiladas garras, habilitadas garras, tratarán de eliminar los vestigios de su presencia. Ahí te encontrarán, ahí seguirás haciéndote lo que eres, ahí, la defensa de la dignidad de muchos seguirá siendo la defensa de tu dignidad.
Santos López Giménez
1 comentario:
Hola Santos, feliz de ver tu mensaje en mi blog y es un autentico detallazo que hayas puesto un enlace a mi corto.
Gracias
abrazos
Bea
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