El buen hombre, cargado de razones, sus razones, esas razones envenenadas que copia de sus manantiales de odio y fango, me retaba para que fuese uno quien decidiese a quienes habría de eliminar de mi lista de contactos en virtud de su afinidad ideológica y electoral. No era baladí, ni mucho menos ahora, algunos días después, cuando, en apariencia nada ha cambiado pero los referentes se han significado hasta hacer reconocibles, más que nunca, las malas babas y el visceral odio intrínseco de una ciudadanía a la que le hacen falta argumentos negativos, ni pocos ni muchos, menos de cero, para apuntarse al carro del odio.
Hallan los restos de seis víctimas republicanas del franquismo en una fosa
en Sena de Luna, León
-
Los cuerpos pertenecen a exmilitantes de la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT), que fueron detenidos ilegalmente y asesinados de forma
extrajudicial ...
Hace 1 semana