miércoles, 14 de abril de 2021

14 de Abril

AUDIO ONDA CERO NOROESTE, 14 abril 2021 

“Como aquel 14 de abril significó el intento para sacar de la injusticia y del retraso a los ciudadanos de este país, propongo a los interesados, lectores habituales o esporádicos de este blog, que publiquen entradas para ilustrar cómo se vivió aquel 14 de abril de 1931 en su pueblo, barrio o ciudad. Se trata de publicar, el mismo 14 de abril, artículos que respondan al título: El 14 de abril en…, sustituyendo los puntos suspensivos por el nombre de la ciudad o población donde nacimos, vivimos o cualquier otra”.

Así rezaba el reto que un bloguero andaluz lanzase el 7 de abril de 2011, y cuyo guante recogí.

La idea era muy atractiva, pero me di de bruces con la realidad.  Acudí al lugar por excelencia, para este menester: el Archivo Histórico Municipal. Allí, con la generosa ayuda del archivero, conseguí dos actas de sendos plenos municipales, una del 18 de abril de 1931, la otra del 5 de junio del mismo año. Se trataba de dos documentos complementarios, ya que en uno se citaba la formación de un gobierno municipal provisional, tras los resultados electorales del 12 de abril, siendo en el pleno del 5 de junio cuando se concreta, según reza en el acta, de la Sesión inaugural del Ayuntamiento Republicano, el definitivo grupo de concejales, después de  una nueva contienda electoral, el 31 de mayo de 1931, que se realizó en aquellos lugares donde se encontraron determinadas irregularidades.

Documentos ambos que daban fe de las consecuencias que, tras aquellas elecciones municipales del 12 de abril, fueron concretándose en cada rincón de España, la victoria de las fuerzas políticas republicanas, y por ende la proclamación de la II República y las consiguientes actuaciones, de aplicación inmediata, que daban paso a un futuro de ilusión y de esperanza.

Pero, el espíritu que movió al autor de la propuesta, se refería a hechos muy concretos, que se desarrollasen durante aquel 14 de abril, muestras de júbilo, en las que multitud de ciudadanos salieron a las calles, en muchas ciudades y pueblos de España, para celebrar lo que ellos mismos se acababan de otorgar, dos días antes, mediante las urnas.

Fue un buen amigo, maestro jubilado y estudioso de nuestra historia local, quien me proporcionase esa pista, la que uno deseaba escuchar: la Calle Mayor de nuestro pueblo vivió una espontánea manifestación ciudadana de alegría desbordada en la tarde del 14 de abril de 1931.

 

Poca más información pude obtener. Se ponía de manifiesto algo que he echado en falta desde hace años, cada vez que una exposición fotográfica o una publicación local, repasaba nuestra historia, pocos eran los documentos gráficos y/o escritos de aquella fecha, y de los posteriores ocho años durante los cuales la legitimidad republicana estuvo vigente en Cehegín.

Es innombrable la labor que las autoridades educativas y culturales, tanto locales, como regionales, así como las estatales, que han gestionado durante décadas esos vitales negociados sociales, ocultando todo aquello que diese algo de luz a aquel periodo de nuestra historia.

En aquellos días, de hace 10 años, la lectura del artículo que un joven periodista comarcal publicase, que tituló, El 14 de abril o El día de la Marmota, sirvió para ratificar mis más oscuras sospechas, sobre la percepción que los más jóvenes tenían, comenzando por el tono despectivo empleado. Un país, como el nuestro, que conmemora, casi a diario, durante cada año, celebraciones, mayoritariamente religiosas, y nadie las tilda de repetitivas o inoportunas, no puede, ni debe ocultar lo que aquel evento histórico suponía para nuestros padres y abuelos, y cómo la salvaje reacción fascista truncó el futuro, de manera criminal, para nuestra desgracia como país.

 Que cada cual perciba esta fecha como desee, pero, su significación, va infinitamente más allá de la dualidad monarquía-república, su significación contiene vidas humanas, pasadas y presentes; ilusiones, pasadas y presentes; proyectos, pasados y presentes, y emoción, muchas emociones contenidas, emociones desbordadas,...esperanza.


Santos López Giménez