lunes, 19 de julio de 2010

Alma serrana
















Venta Ticiano, enclavada en un punto que no hace sino corroborar las palabras que vertiese en el acto, Marcial García, cuando se refirió a la
















personalidad peculiar y única de estas tierras serranas, que, por caprichos de la Historia, abarcan superficies administrativas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia, fue el lugar que, Alonso Torrente, escogió para convocar a familiares, amigos y fieles seguidores de su obra, el pasado sábado, 17 de julio, para llevar a cabo la presentación de su nuevo libro, y van siete, que versa sobre el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, cuyo título lo dice todo "La Sierra Soberana".






No es la primera vez que asisto a la presentación de una de sus obras, acudí cuando presentó "La Magia de Cajitán" (http://docs.google.com/fileview?id=0BxIGiD4bTnVQNTc1ZjA1MDgtMjdmNC00NzU3LTg3NjItYTczMDM1YmJmNjJi&hl=en&pli=1)
Anteriormente, tuve el gusto de estar presente en la presentación de "Una mirada al Segura: el río que nos une" (http://docs.google.com/fileview?id=0BxIGiD4bTnVQZWFlMzdmMzYtNmY3YS00MTRmLWIwMmItNTAyNDg3ZWMwYTVk&hl=en).


Conociendo su obra, aunque algún día nos sorprenda, con sus bellas fotografías y su lenguaje emotivo y ameno, con el que engalana sus libros, trayendo lejanos espacios y gentes, Alonso está, en el mejor sentido de la palabra, pegado al terruño, a los lugares donde ha desarrollado su vida profesional y humana, de los que se ha enamorado y ha querido compartirlos con todos nosotros. De su cámara, de su pluma, ha dejado preciosas muestras; además de las ya citadas, de su Calasparra natal, también de su comarca: el Noroeste murciano, pero, en mi opinión, cuando dirige su mirada a las Sierras vecinas, andaluzas y manchegas, continuación de las que nos cobijan aguas abajo, su sensibilidad y su pasión por el medio natural y humano adquieren una categoría sublime que elimina, como no puede ser de otro modo, toda frontera administrativa, resaltando los valores y elementos, naturales y humanos, que se confunden entre unas y otras.
Aunque tuvimos ocasión de felicitar a Alonso, el pasado sábado, desde estas líneas, deseo volver a dar mi más sincera enhorabuena porque, con su obra, sigue haciendo cada vez más grande el alma de nuestra comarca.


Santos López Giménez