lunes, 27 de diciembre de 2010

Impostor


Juan Antonio Reig Pla, ese es su nombre. Como no podía ser de otro modo, anduvo por Murcia años atrás. Recuerdo alguna que otra perla emitida por el mencionado, por ejemplo, una a la que, él y otros de parecida calaña, suelen acudir cuando su oscura masa gris no da para más; se trata de atacar al laicismo como si de una corriente terrorista se tratase, es una de sus más fervorosas suertes: sacan pecho, miran al tendido, y sueltan veneno por sus bocas. Os invito a una esclarecedora y relevante lectura: Laicismo agresivo, hallaréis algunas y significativas claves en el devenir histórico, en España, del inalienable derecho social al laicismo. Ocurre que estas criaturas no son pobres incultos que hablan sin saber, conocen perfectamente la definición, el contenido, las repercusiones y, sobre todo, el alcance real de sus envenenadas palabras. Su última perla no desmerece su putrefacto curriculum de sandeces: "Los matrimonios canónicamente constituidos (católicos) son menos dados a la violencia doméstica que aquellos que son parejas de hecho, las parejas de personas que viven inestablemente y que es donde más se está generando la violencia contra la mujer", afirmó el obispo de Alcalá. El muy cafre suelta la patochada, sin datos, sin base científica alguna, sin atender a la prudencia que el asunto merece; de paso, su afirmación, además de un insulto a la inteligencia, es un insulto personal que nos dirige a todos cuantos no participamos de sus creencias y sus rituales. En todo caso, el dedicarle estas líneas al personaje, que no merecería ni un pie de página, es una obligación moral sobrevenida como consecuencia del alcance que sus malintencionadas declaraciones tienen.


Santos López Giménez