martes, 31 de diciembre de 2019

2019: epílogo

Así no, señor Sánchez. (Enero, 2019)

Conjugando empatizar (Febrero, 2019)

No te rindas (II) (Marzo, 2019)

Francisco, a vuela pluma (Abril, 2019)

El Sistema (Abril, 2019)

Podemos: compromiso frente a manipulación continuada (Mayo, 2019)

Pasa la vida (Junio, 2019)

"La guerra del abuelo" (Pablo Casado, dixit) (Julio, 2019)

Inconexas rutas que conectan almas (Agosto, 2019)

No se fragmenta lo que no existe (Septiembre, 2019)

Llegados a este punto (Octubre, 2019)

La broma, hace tiempo que tocó fondo, no debemos dejar pasar ni una. (Noviembre, 2019)

A aquel "Así no, señor Sánchez", del "La broma, hace tiempo que tocó fondo, no debemos dejar pasar ni una", once meses los distancian. Entre el uno y el otro, la vida siguió abriéndose paso en lo social, en lo personal. Su cadencia, su ritmo, sólo en la distancia, y en el sosiego del momento en el que escribo, parecieran tener un orden lógico. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, las estructuras que el paso del tiempo determina se ordenan solas, y sólo al final de las trayectorias, definidas por segmentos artificiales, cuando el balance sale a colación, es cuando, como si de un caleidoscopio se tratase, se nos manifestasen a modo de imágenes sui géneris, ordenadas en su inmenso desorden.

Con lógica, sin ella, lo cierto es que, en el paréntesis, en la tierra de nadie, determinada por el final de 2019 y el comienzo de 2020, trata de colarse una ilusión, una esperanza, una apuesta de futuro. Dejemos que fluya al modo natural que lo hacen los acontecimientos humanos más importantes, aquellos que no vienen mediados por artificio alguno, que salen de los corazones invadiéndose los unos a los otros. Dejemos hacer, paremos los pies a miserables impúdicos, inmundicias arribistas que sólo viven por y para envenenar los sueños. 

Por una vez, sin que de precedente sirva, adelante 2020.

Santos López Giménez

No hay comentarios: